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sábado, 6 de junio de 2015

EL MATRIMONIO EN LA BIBLIA BASE DE LA FAMILIA

1. ¿Qué enseña la Iglesia sobre la familia?
La Iglesia enseña que la familia es uno de los bienes más preciosos de la humanidad.

2. ¿Por qué es un bien tan precioso?

La familia es un don tan precioso porque forma parte del plan de Dios para que todas las personas puedan nacer y desarrollarse en una comunidad de amor, ser buenos hijos de Dios en este mundo y participar en la vida futura del Reino de los Cielos: Dios ha querido que los hombres, formando la familia, colaboren con Él en esa tarea.

3. ¿Dónde están revelados los planes de Dios sobre el matrimonio y la familia?

En la Sagrada Escritura -la Biblia-, se narra la creación del primer hombre y de la primera mujer: Dios los creó a su imagen y semejanza; los hizo varón y mujer, los bendijo y les mandó crecer y multiplicarse para poblar la tierra (cf. Gen 1,27). Y para que esto fuera posible de un modo verdaderamente humano, Dios mandó que el hombre y la mujer se unieran para formar la comunidad de vida y amor que es el matrimonio (cf. Gn 2,19-24).

4. ¿Qué beneficios trae formar una familia como Dios manda?

Cuando las familias se forman según la voluntad de Dos, son fuertes, sanase y felices; hacen posible la promoción humana y espiritual de sus miembros contribuyendo a la renovación de toda la sociedad y de la misma Iglesia.

5. ¿Cómo ayuda la Iglesia a los hombres para que conozcan el bien de la familia?

La Iglesia ofrece su ayuda a todos los hombres recordándoles cuál es el designio de Dios sobre la familia y el matrimonio. A los católicos corresponde de modo especial comprender y dar testimonio de las enseñanzas de Jesucristo en este. campo.

6. ¿Cómo es posible realizar plenamente el proyecto de Dios sobre el matrimonio y la familia?

Sólo con la ayuda de la grada de Dios, viviendo de verdad el Evangelio, es posible realizar plenamente el proyecto de Dios sobre el matrimonio y la familia.

7. ¿Por qué hay tantas familias rotas, o con dificultades? ¿Por qué a veces parece tan difícil de cumplir la voluntad de Dios sobre el matrimonio?

Adán y Eva pecaron desobedeciendo a Dios y desde entonces todos los hombres nacen con el pecado original. Este pecado y los que comete cada persona hacen difícil conocer y cumplir la voluntad de Dios sobre el matrimonio. Por eso Jesucristo quiso venir al mundo: para redimirnos del pecado y para que pudiéramos vivir como hijos de Dios en esta vida y alcanzar el Cielo. Hace falta la luz del Evangelio y la gracia de Cristo para devolverle al hombre, y también al matrimonio y a la familia, su bondad y belleza originales.

8. ¿Qué consecuencias tiene para toda la sociedad no cumplir el plan de Dios sobre la familia y el matrimonio?

Cuando la infidelidad, el egoísmo y la irresponsabilidad de los padres respecto a los hijos son las normas de conducta, toda la sociedad se ve afectada por la corrupción, por la deshonestidad de costumbres y por la violencia.

9. ¿Cuál es la situación de la familia en nuestra sociedad?

Los cambios culturales de las últimas décadas han influido fuertemente en el concepto tradicional de la familia. Sin embargo, la familia es una institución natural dotada de una extraordinaria vitalidad, con gran capacidad de reacción y defensa. No todos estos cambios han sido perjudiciales y por eso el panorama actual sobre la familia puede decirse que está compuesto de aspectos positivos y negativos.

10. ¿Qué aspectos positivos se notan en muchas familias?

El sentido cristiano de la vida ha influido para que en nuestra sociedad se promueva cada vez más: una conciencia más viva de la libertad y responsabilidad personales en el seno de las familias; el deseo de que las relaciones entre los esposos y de los padres con los hijos sean virtuosas; una gran preocupación por la dignidad de la mujer; una actitud más atenta a la paternidad y maternidad responsables; un mayor cuidado a la educación de los hijos; una mayor preocupación de las familias para relacionarse y ayudarse entre sí.

11. ¿Qué aspectos negativos encontramos en las familias de nuestro país?

Son muchos y todos ellos revelan las consecuencias que provoca el rechazo del amor de Dios por los hombres y mujeres de nuestra época. De modo resumido podemos señalar: una equivocada concepción de la independencia de los esposos; defectos en la autoridad y en la relación entre padres e hijos; dificultades para que la familia transmita los valores humanos y cristianos; creciente número de divorcios y de uniones no matrimoniales; el recurso fácil a la esterilización, al aborto y la extensión de una mentalidad antinatalista muy difundida entre los matrimonios; condiciones morales de miseria, inseguridad y materialismo; la emergencia silenciosa de gran número de niños de la calle fruto de la irresponsabilidad o de la incapacidad educativa de sus padres; gran cantidad de personas abandonadas por falta de familia estable y solidaria.

12. ¿Qué podemos hacer para que los signos negativos no prevalezcan?

La única solución verdaderamente eficaz es que cada hombre y cada mujer se esfuerce por vivir en sus familias las enseñanzas del Evangelio, con autenticidad. El sentido cristiano de la vida hará que siempre prevalezcan los signos positivos sobre los negativos, aunque éstos nunca falten.

13. ¿Jesucristo nos dio algún ejemplo especial sobre la familia?

Sí, porque Jesucristo nació en una familia ejemplar; Sus padres fueron José y María. Les obedeció en todo (cf. Lc 2,51) y aprendió de ellos a crecer como verdadero hombre. Así pues, la familia de Cristo es ejemplo y modelo para toda familia.

14. ¿Esas enseñanzas son válidas para la familia de nuestros días?

Los ejemplos de la Sagrada Familia alcanzan a los hombres de todas las épocas y culturas, porque el único modo de conseguir la realización personal y la de los seres amados es crear un hogar en donde la ternura, el respeto, la fidelidad, el trabajo, el servicio desinteresado sean loas normas de vida.

15. ¿Quiénes deben sentirse responsables de fortalecer la institución familiar?

Cada hombre es responsable de una manera u otra de la sociedad en que vive, y por tanto de la institución familiar, que es su fundamento. Los casados, deben responder de que la familia que han formado sea según el designio de Dios; los que permanecen solteros, deben cuidar de aquella en que nacieron. Los jóvenes y adolescentes tienen una particular responsabilidad de prepararse para construir establemente su futura familia.





es el amor de dios que te une con tu pareja la que el escoge para que formen una vida una familia juntos a base del amor que le tien por nosotros ya que el amor de DIOS es tan grande el nos ama y tiene lo mejor preparado para ti para nosotros no lo olvides





ADVIENTO TIEMPO DE ESPERA

¿QUE ES ADVIENTO?

es el primer período del año litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo. Su duración suele ser de 22 a 28 días, dado que lo integran necesariamente los cuatro domingos más próximos a la festividad de la Natividad (celebración litúrgica de la Navidad) pero, en el caso de la Iglesia ortodoxa, el Adviento se extiende por 40 días, desde el 28 de noviembre hasta el 6 de enero.


COMO SE VIVE EL ADVIENTO

Vivir el Adviento en familia«El Adviento es un tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús», contestaba un niño a su catequista ante la pregunta sobre el significado de esta palabra.

«Pero, ¿qué tenemos que hacer para prepararnos?», continuaba cuestionando ella, a lo que su alumno respondió, un poco de memoria por lo ya escuchado varias veces en otras catequesis recibidas en la parroquia: «portarnos bien, ser obedientes, ayudar, no pelearnos…»

Esta escena se repite cada año en muchas parroquias, colegios… Los niños conocen bien la respuesta, sí, el que viene es Jesús, nació en Belén y esto lo celebramos los cristianos en la fiesta de la Navidad… pero, entonces, los que no son cristianos ¿qué están celebrando?.

La alegría que desprenden los rostros de los niños cuando ven las calles de su ciudad llenas de luces, los escaparates repletos de adornos, es realmente contagiosa. Todo es un estallido de colores, suena música navideña por cada rincón, hasta parece que las personas que te saludan lo hacen con más ilusión. En la televisión los anuncios te invitan a comprar ese magnifico perfume que sería ideal para atraer más a tu pareja, ese último ipad, ipod o juego para la consola que ha salido nuevo, una tablet porque hay que estar a lo último y un sin fin de juguetes que a los niños vuelven locos.

Es tiempo de hacer regalos a los seres más queridos y de organizar comidas de empresas para convivir de “otra forma” con los compañeros de trabajo (pero sin el cónyuge, por favor), es momento de reconciliarse con los familiares o amigos más alejados, de preparar la cena de Noche Buena… hay que darse prisa por hacer las compras necesarias para que todo quede perfecto. ¡Ah! y que no se olvide un buen vino y champán.

Así es como muchas personas se preparan en Adviento para acoger y celebrar el acontecimiento que ha revolucionado el mundo, el más importante para el ser humano: «Dios mismo no ha querido ser un Dios lejano, sino que se ha hecho hombre, nacido de una mujer que dijo sí a la  voluntad del Altísimo».

Es maravilloso todo esto de los adornos, los villancicos y las reuniones familiares, pero lo que los cristianos no podemos nunca olvidar es el verdadero sentido de esta fiesta y es nuestra responsabilidad como adultos, padres, educadores, religiosos… saber transmitírselo a nuestros pequeños, los más vulnerables ante este bombardeo materialista y que serán los hombres y mujeres que en un futuro intervendrán de una manera u otra en el desarrollo de esta sociedad.

La familia es sin duda el lugar idóneo para que ellos vean algo diferente a lo que tienen a su alrededor, para que reciban el don de la fe como el mejor regalo que cada año les pueden hacer los Reyes Magos. Es el corazón el que, en primer lugar, tanto los niños como los adultos debemos estar dispuestos a preparar. Para ello los padres deben aprovechar cualquier ocasión para recordarles que ahí dentro es donde nacerá Jesús, y es por ello que debe encontrar un pesebre limpio de pecados, sin rencillas con los hermanos, sin mentiras, un corazón muy grande para amar a todos.

Por supuesto la casa debe de prepararse también, pues es una gran fiesta, y como tal, merece que se engalane como la ocasión se merece: con los mejores adornos que tengamos, incluso se pueden divertir mucho si los fabrican ellos mismos. Es una ocasión idónea para ir explicando a los niños el significado y origen de éstos: la corona de Adviento con sus hojas de pino, las 4 velas, cada Domingo se puede reunir la familia en torno a ella, hacer una oración y encender una vela, aunque ya en la misa se vea nuevamente realizado por el sacerdote. También podemos ir preparando el árbol de Navidad con sus distintos elementos, y por supuesto, el portal de Belén que no puede faltar en un hogar cristiano. Esto les encanta: poner ovejitas, el río, los pastorcillos… aprovechando para contarles relatos, leerles textos bíblicos y de esta manera ir introduciéndoles en el verdadero significado de la fiesta que estamos esperando (sin el niño Jesús, claro, pues aún no ha nacido).

Rezar en familia es algo muy enriquecedor y necesario siempre, pero sobre todo en estas fechas. Ayuda a todos a disponer el corazón compartiendo también experiencias, dudas, aprovechando para reconciliarse unos con otros y haciéndoles ver a los pequeños (y no tan pequeños) que la familia se mantiene unida gracias al amor de Jesucristo que está en medio de ella, pues cada uno tiene sus debilidades y pecados y es por lo que este mundo necesita  de Jesús que pronto nacerá. Proponer también algún pequeño sacrificio como el no ver determinados dibujos de la tele para ofrecerlo por los más necesitados, ser más amable con los hermanos, ayudar más en casa, esforzarse en los estudios… les ayuda a mantener el interior en una constante alerta ante el acontecimiento que se avecina.

No podemos olvidarnos de la Virgen Maria, es ella la que espera con más ansias e ilusión a que nazca Jesús, pues es su hijo, al que lleva en su seno… rezarle un rosario con los hijos es algo que seguro le agradaría mucho. Si los niños son aún pequeños, se les puede iniciar con “los misterios gozosos” muy propios de  este tiempo litúrgico.

También se pueden conseguir cuentos propios de este tiempo, tanto en librerías como en páginas web.

La fe es sin duda el mejor regalo que se puede dar, pero ¿saben acaso qué es eso? Pues los más pequeños seguramente no, pero lo repetirán una y otra vez como lo más normal del mundo si lo escuchan al resto de su familia, ya lo entenderán, ya sabrán qué es; y los mayorcitos, estarán cada vez más capacitados para ir descubriendo, con ayuda de los adultos, qué es eso para su vida, esa confianza en el Señor.

A los niños se les han de decir las cosas claras para que no vivan en la ignorancia, pues de otra manera llegarán a creer que el Adviento es lo que en muchos colegios o amigos pueden oír: diversión, ir pensando en los muchos regalos que se van a pedir y comer muchos dulces. Inculcarles algo contrario a lo que viven casi diariamente, el materialismo y consumismo que nos rodea, parece tarea difícil, pero no imposible. Sólo educándoles en la precariedad en este sentido, en no desear más que lo necesario, en saber compartir con los más desfavorecidos y acercarles en la medida de lo posible a esa otra realidad, les podremos ayudar a vivir la vida y en concreto, el Adviento, de una manera diferente (bueno, y también soportando muchas quejas, cabreos y comparaciones con lo que otros sí tienen y ellos aún no).

Muchos niños ya no hacen carta a los Reyes Magos, pues se impone una vez más lo de fuera que lo propio de nuestras raíces; y Papa Noel y Santa Claus han ganado mucho terreno. Es importante que sepan el origen de unos y otros, sin menospreciar las costumbres de los países de donde proceden pero sí haciéndoles ver que, en definitiva, Papa Noel no fue al portal a ver al niño Jesús a llevarle regalos, principalmente, porque no existió (San Nicolás sí fue real). Que no pierdan nunca la ilusión y la fe en los Reyes Magos es algo fantástico, que se crean que realmente lo que se les pide tienen el poder de concederlo. Yo aún les escribo una carta todos los años y nunca me han fallado…

La familia es el lugar donde se transmiten la fe y los valores cristianos. No debemos dejar esta tarea sólo a educadores o catequistas, sino que ha de haber una armonía entre ambos, pues si en casa no se vive con alegría esa experiencia de que Jesús viene a traernos la salvación y la felicidad, no creamos que le va a dejar mucha huella lo que escuche en clase de religión (hora y media a la semana), pues el ambiente de alrededor seguramente lo acabe cegando. Es tarea y responsabilidad de todos pero, principalmente, de los padres y todos aquellos familiares que juntos hacen una magnífica Iglesia doméstica.


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LA DEVOCIÓN MARIANA DE SANTA MADRE ENCARNACIÓN ROSAL

Nuestra madre encarnación rosal el 26 de octubre de 1820 devota del sagrado corazón de jesus. promueve la oración reparadora instaura de la devoción de las lamparitas. 10 dolores del corazón de jesus

¿QUIEN ES ELLA PARA NUESTRA COMUNIDAD BETHLEMITA?

Es nuestra fundadora junto con el santo hermano pedro ellos son nuestra base  un ejemplo  a seguir en nuestra comunidad sin ella lo que somos hoy no viera logrado ya  la santa hermana encarnación rosal junto con otras hermanas que lucharon para que nuestra congregracion este donde este lucharon contra diferencias egoísmos las expulsaron de varios países pero ellas no se rindieron ya que gracias a su fe esta congregación es realidad y todo se lo debemos a que no se rindieron y dieron lucha por este sueño.






SU HISTORIA


Vicenta Rosal nació el 26 de octubre de 1820 en Quetzaltenango, Guatemala. Coincide su nacimiento con la fecha de supresión de la Orden de Belén. Dios regalaba a la Iglesia con una hija que con el tiempo prolongaría el espíritu de la Orden, revitalizando la Congregación Bethlemita y orientándola para un servicio evangelizador.
Catedral Quetzaltenango Sus padres, Manuel Encarnación Rosal y Gertrudis Leocadia Vásquez, se esmeraron en darle una formación y cultura que respondían a las inquietudes de su hogar cristiano y a la sociedad guatemalteca que les correspondió vivir. Vicenta recibió de sus padres y hermanos una educación integral. En el aspecto religioso aprendió de sus padres y hermanos mayores “la fe como vivencia, es decir la piedad filial con Dios, la orientación amorosa a Cristo en el misterio de la Eucaristía”, una profunda devoción a Nuestra Señora y gran caridad para con los pobres y menesterosos a quienes ayudaba con generosidad.
Gozaba de un temperamento alegre, jovial, un trato muy agradable que encantaba a cuantos la conocían. También como toda joven de su edad, gozaba de “galas y vanidad”, razón por la cual de vez en cuando recibía amonestaciones de su hermana mayor, quien le recordaba que las promesas del Bautismo, debía cumplirlas lo mejor posible. Observación que Vicenta aceptaba con modales corteses pero manifestaba con cierta gracia que sí cambiaría de proceder pero después de los 20 años.
Vicenta entabló amistad con una joven hondureña, Manuela Arbizú, quien movida sobrenaturalmente habló a Vicenta con gran entusiasmo sobre el ideal de servir a Dios en la vida consagrada, y de manera inesperada hizo alusión a las monjas de Belén. El nombre de Belén llamó mucho la atención a la joven. Recibidas las respuestas a sus interrogantes sobre la vida que llevaban las monjas, consulta con sus padres y director espiritual, y realiza el viaje a Guatemala con el fin de dar cumplimiento a sus deseos de consagrarse a Dios. Llega al Beaterio de Belén el 1 de enero de 1838.
 Beaterio
Al llegar al convento, la joven inicia su entrega y donación a Dios, pero desafortunadamente a los pocos días de su ingreso, se va dando cuenta de que el ambiente no era propicio para sus ideales: vida de oración intensa, silencio, penitencias y austeridad. Recibe el hábito de la comunidad el 16 de julio de 1838, con la particularidad de que este hábito fue impuesto por el último Bethlemita que allí vivía: Fray Martín de San José. Hecho muy significativo para la Congregación: el último Bethlemita, entregando el hábito a quien por designios de Dios, más tarde daría nuevo vigor y vida a la espiritualidad de Belén. En el día de la toma de hábito, Vicenta cambió su nombre por el de Encarnación. Hace sus votos el día de la Maternidad Divina, 26 de enero de 1840 y en que la Orden celebraba a Nuestra Señora de Belén.
Dios que la lleva por los caminos de lucha interior, permite que se le conceda la autorización para pasarse al Convento de las Catalinas, donde disfruta de la paz, el silencio y la austeridad anheladas por su espíritu. Dios le hace ver que esa misma vida que llevan en el convento a donde acaba de llegar, podrían tenerla en Belén y llevar la comunidad por ella abandonada, a las alturas de una gran unión con Dios y servicio apostólico. Después de unos fervorosos ejercicios espirituales, toma la decisión de volverse a Belén.
Ya de nuevo en el Beaterio, se le confía inmediatamente la obra del Colegio y es allí donde inicia su labor de cambiar, plantar y fortificar. Las cosas marchaban muy bien; las gentes que disfrutaban del servicio apostólico del Beaterio manifestaban alegría y las mismas hermanas de comunidad veían la transformación que se iba logrando. Aunque la comunidad valora la labor apostólica de la Madre Encarnación, no todas las Hermanas comparten sus criterios, pero respetan su dedicación y organización.
CallesLuego fue nombrada Vicaria de la Comunidad, e inició la transformación interna del convento. En 1855 fue elegida Priora del convento. Consciente de la misión que Dios le confía, se entregó más de lleno a la oración, para pedir la sabiduría y prudencia necesarias para su desempeño. Emprende la elaboración de las Constituciones que debían regir su convento.
En medio de las dificultades se dedica más a la oración,  y el Señor, pródigo en bondad, responde generosamente a la fidelidad de su sierva, manifestándosele de manera confidencial. “Un día, la vigilia del Jueves Santo de 1857, próxima ya la hora del amanecer, fue al coro de la Iglesia y comenzó a meditar sobre la traición de Judas y el dolor que Cristo experimentó en la agonía de Getsemaní”. Estando en oración –narra la misma Madre- “oí una voz interior que me decía: No celebran los Dolores de mi Corazón.” Palabras que fueron para la Madre una llamada particular a honrar y desagraviar el Corazón de Cristo por la maldad, ingratitud y pecados de los hombres.
Después, funda un Colegio en Quetzaltenango, pero debido a la persecución religiosa, tuvieron que ir a Costa Rica, donde fundan dos colegios, uno en Cartago y otro en Heredia. Todo era bienestar y gozo en el servicio del Señor hasta que también a éste país llega la persecución religiosa. De Costa Rica se dirigieron a Pasto, Colombia.
La Madre Encarnación muere en Tulcán, Ecuador, el 24 de agosto de 1886. Su cuerpo incorrupto se encuentra en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, Bethlemitas de Pasto. Fue Beatificada por S.S. Juan Pablo II el 4 de mayo de 1997 en Roma.










EL HOMBRE SER SOCIAL LLAMADO A VIVIR EN FAMILIA

¿QUE ES VIVIR EN SOCIEDAD?

Aceptar las condiciones y respetar a las personas sean como sean y no juzgar como son ni que tienen aceptarlas como son y respetar sus decisiones y quererlas como son nadie vivie para si mismo vivir es como convivir cada uno de nosotros necesita de los demás como ellos e nosotros apoyarno y a ayudarnos ya que todos somos familia por ser hijos de DIOS







¿QUE ES FAMILIA?


Podríamos definir la familia como la unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia en común que se supone duradero, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo, en el cual existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia.

Desde que nacemos, la familia se constituye como el principal grupo de apoyo y de sostenimiento. Se comienza con la conducta de apego, nada más nacer, y se termina con la posibilidad que nos brinda la familia de acceder a los recursos que nos ofrece la sociedad. En este sentido, podemos decir que el grupo familiar cumple una serie de funciones con respecto a sus hijos, que serían las siguientes:

Asegurar su supervivencia, su crecimiento y su socialización en las conductas básicas de comunicación, diálogo y simbolización.
Aportar a sus hijos un clima de afecto y apoyo sin los cuales el desarrollo psicológico sano no sería posible.
Aportar a los hijos la estimulación necesaria para relacionarse de una forma competente con su entorno físico y social, así como la capacidad para responder a las demandas y exigencias planteadas por su adaptación al mundo que les toca vivir.
Tomar decisiones con respecto a la apertura hacia otros contextos educativos que compartirán con la familia la tarea de educación del pequeño.





FUNCION DE LOS PADRES

Amar y educar a los hijo SI HACEN que su hijo se sienta amado y parte integrante de la familia, y lo ayudan para que sea decidido y de mente inquisitiva, contribuirán al desarrollo de su cerebro —dice Peter Gorski, de la Facultad de Medicina de Harvard—. Nuestra función como padres no es la de perfeccionar los circuitos del cerebro, sino la de fomentar el desarrollo de seres humanos sanos, sensatos y de buenos sentimientos.”

¡Qué gratificante es para los padres ver a sus hijos convertirse en personas rectas y consideradas! Para lograrlo, es fundamental que den el ejemplo, que se comuniquen con sus hijos, que sean sus compañeros y maestros. Aunque todos los niños nacen con la capacidad básica de comportarse moralmente, los padres deben impartirles valores morales conforme vayan creciendo.


FUNCION DE LOS HIJOS


Es muy importante tener en cuenta la edad del niño y su desarrollo evolutivo para saber qué exigirle, cómo y por qué.
No es lo mismo un niño de dos años que uno de siete, las exigencias deben de ir adaptándose y equiparándose a la edad y características del niño.

Pero desde que son muy pequeños se le debe enseñar a ser responsables, implicarles en las tareas del hogar y favorecer la autonomía personal:

1. Responsabilidades: Consiste en enseñarles a ser consecuentes y responsables de sus actos, ayudarles a asumir que los fracasos forman parte de la vida y que son útiles para aprender de los errores.

Para desarrollar el sentido de la responsabilidad es muy importante que los niños tengan obligaciones adaptadas a su edad y características.

2. Tareas del hogar: Desde que son muy pequeños se les puede implicar en las tareas del hogar, desde poner las servilletas en la mesa, recoger los juguetes, tener ordenada la cartera, etc.

La implicación en estas tareas debe ser mayor a medida que los niños van creciendo.

3. Tareas de autonomía personal: Consiste en enseñarles a ser independientes, desde que son muy pequeños siempre hay algo que los niños pueden hacer solos.

Si los padres hacen todo por los hijos y no les dejan hacer nada por ellos mismos, nunca van a saber qué actividades pueden hacer solos.

Son muchas las áreas en las que los niños pueden colaborar:

. Aseo y vestido: Es necesario crear buenos hábitos en la higiene personal desde que son pequeños.

Un niño de 3 ó 4 años puede asearse solo, con algo de ayuda y supervisión.

Seguramente tardarán más, lo llenen todo de agua, etc. pero si no se les da cierta autonomía, no se les está ayudando a crear hábitos pequeños para que en un futuro adquieran otros más importantes.

. Comida: Desde que son pequeños y en la medida de sus posibilidades deben aprender a comer solos, y se les puede ir enseñando a tener buenos modales en la mesa.

Esto requiere mucha paciencia por parte de los padres, pero de esta forma los niños cuando crezcan habrán ganado mucho.

Es muy importante que los niños no vean estos deberes como un castigo sino como algo que forma parte de la convivencia familiar, y que lo mismo que los padres tienen unas obligaciones ellos, tienen que tener otras.


PERO EN OTRAS PALABRAS EL HOGAR UNA FAMILIA ES EL SÍMBOLO DE AMOR DE DIOS HACIA NOSOTROS Y HACER ESE HOGAR A SEMEJANZA D EL HOGAR DE EL









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LA EUCARISTIA CENRTRO DE LA VIDA CRISTIANA

LA EUCARISTÍA

Fuente de toda vida cristiana  todos los sacramentos,como también los misterios principales esenciales  y las obras de apostolado están unidos en la eucaristía, en efecto.contiene todo el bien espiritual de la iglesia es decir el propio cristo nuestra pascua.
Misterio de misterios, la Eucaristía es un auténtico don del amor de Dios por nosotros. El Señor Jesús, en la muestra más grande del amor de Padre (1Jn 4, 9-10), se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres... y se humilló a sí mismo obedeciendo hasta la muerte, y muerte de Cruz (Flp 2, 7-8), obteniendo para nosotros la reconciliación definitiva. Pero aunque en el misterio de la Anunciación-Encarnación, Muerte, Resurrección y Ascensión de Cristo la obra de la reconciliación se realizó una vez y para siempre, el mismo Señor Jesús quiso dejarnos en el misterio eucarístico el memorial de su sacrificio reconciliador. Cada vez que se celebra la Eucaristía, se re actualiza el mismo sacrificio del Hijo de Santa María (Mt 26, 26-28; 1Cor 11, 23-25). En cada Eucaristía, el Señor Jesús sigue despojándose de sí mismo para tomar la apariencia de pan y vino, y ofrecerse nuevamente al Padre por nosotros.


LA CELEBRACIÓN DE LA MISA SUS PARTES:



1.Rito de entrada 
2. Liturgia de la palabra 
3.Liturgia de la eucaristía 
4.La despedida 















RITO DE ENTRADA



legamos al templo y nos disponemos para celebrar el misterio más grande de nuestra fe. Acompañamos la procesión de entrada cantando con alegría.
Todo lo que precede a la liturgia de la Palabra, es decir, el canto de entrada, el saludo, el acto penitencial, el Kyrie con el Gloria y la colecta, tienen el carácter de exordio, introducción y preparación. La finalidad de estos ritos es hacer que los fieles reunidos constituyan una comunidad y se dispongan a oír como conviene la Palabra de Dios y a celebrar dignamente la Eucaristía.
Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan para escuchar la palabra y celebrar la eucaristía.


LITURGIA DE LA PALABRA


 Escuchamos a Dios, que se nos da como alimento en su Palabra, y respondemos cantando, meditando y rezando.
Las lecturas tomadas de la Sagrada Escritura, con los cantos que se intercalan, constituyen la parte principal de la liturgia de la Palabra; la homilía, la profesión de fe y la oración universal u oración de los fieles, la desarrollan y concluyen.

Lecturas bíblicas
En las lecturas se dispone la mesa de la Palabra de Dios a los fieles y se les abren los tesoros bíblicos. Que se haya de tributar suma veneración a la lectura del Evangelio lo enseña la misma liturgia cuando la distingue por encima de las otras lecturas con especiales muestras de honor, sea por parte del ministro encargado de anunciarlo y por la bendición y oración con que se dispone a hacerlo, sea por parte de los fieles, que con sus aclamaciones reconocen y profesan la presencia de Cristo que les habla y escuchan la lectura puestos en pie; sea finalmente por las mismas muestras de veneración que se tributan al libro de los Evangelios.

LITURGIA DE LA EUCARISTIA

En la última Cena, Cristo instituyó el sacrificio y banquete pascual, por el que se hace continuamente presente en la Iglesia el sacrificio de la cruz, cuando el sacerdote, que representa a Cristo el Señor, lleva a cabo lo que el Señor mismo realizó y confió a sus discípulos para que lo hicieran en memoria suya. Cristo tomó en sus manos el pan y el cáliz, dio gracias, lo partió, lo dio a sus discípulos, y dijo: "Tomad, comed, bebed: esto es mi cuerpo: éste es el cáliz de mi sangre. Haced esto en conmemoración mía". De ahí que la Iglesia haya ordenado toda la celebración de la liturgia eucarística según estas mismas partes, con las palabras y acciones de Cristo. Ya que:
1) En la preparación de las ofrendas se presentan en el altar el pan y el vino con agua; es decir, los mismos elementos que Cristo tomó en sus manos.
2) En la plegaria Eucarística se da gracias a Dios por toda la obra de la salvación, y las ofrendas se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
3) Por la fracción del mismo pan se manifiesta la unidad de los fieles, y por la comunión ellos reciben el Cuerpo y la Sangre del Señor, del mismo modo que los Apóstoles lo recibieron de manos del mismo Cristo.

LA DESPEDIDA 

 Son ritos que concluyen la celebración. El rito final consta de saludo y bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea, para que cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.

LA BENDICION

Recibimos la bendición del sacerdote, que en algunos días y ocasiones se enriquece y se amplía con la oración "sobre el pueblo" o con otra fórmula más solemne.

DESPEDIDA Y ENVIO


Alimentados con el pan de la Palabra y de la Eucaristía, volvemos a nuestras actividades, a vivir lo que celebramos, llevando a Jesús en nuestros corazones. Con lo que se disuelve a la asamblea,  alabando y bendiciendo al Señor.





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